Tercer traste.

Me deslizo por las cuerdas de la vida, de puntillas, escribiendo mi propia canción. Todavía no se el nombre de la obra. Lo sabré cuando la termine. Extraño, verdad? Cuándo la obra este terminada, ya no habrá obra. Supongo que nunca tendrá nombre. No parar de tocar. Hasta que las llagas de tus dedos sangren, ahí está el secreto. Por ti. Por el. Por ella y por mí. Y ver como bailan tu música, tu ritmo, y que se junte con sus melodías.