A veces una mirada lo dice todo. Dice tanto, que no cabe dentro. Te quema, y quema la ropa que hay entre nosotros y te deja a tí, solo a tí. Deja que me coma las sobras de tu inocencia. Que me sepan a poco, pero que me llenen tanto que me desborden. Que me salga de la vida pero que esté más dentro de ella que nunca. Que sea mía.
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